

El pasado viernes, día 4 de octubre, se llevó a cabo en el Centro de Interpretación Cancho Roano, de Zalamea de la Serena, un acto homenaje a la persona de Bartolomé Gil Santacruz, importante empresario extremeño y gran mecenas de Extremadura que financió con capital propio parte de las excavaciones y puso en valor el yacimiento de Cancho Roano en los años 80, además de financiar diferentes publicaciones del yacimiento.
En el acto se contó con la participación del arqueólogo Sebastián Celestino; Raimundo Dávila Fortuna, presidente de la Mancomunidad de Municipios de la Serena y alcalde del Ayuntamiento Quintana de la Serena-Badajoz; Antonio José Murillo Dávila, alcalde del Ayuntamiento de Zalamea de la Serena; Javier Paredes Jara responsable del Centro de Interpretación de Cancho Roano; y Antonio José Centeno y Damián Gil Pizarro, miembros de la Asociación Cultural Dystilo y promotores de este homenaje.
Tras las intervenciones de los participantes y del homenajeado, se hizo entrega a este de una estatuilla del Dystilo romano ilipense y se descubrió la placa colocada en un monolito en las puertas del Centro de Interpretación, un hito conmemorativo dedicado al homenajeado por su loable aportación donde se puede leer «La Serena Mancomunidad de Municipios a D. Bartolomé gil Santacruz en agradecimiento y reconocimiento por su mecenazgo a Cancho Roano».
La jornada se cerró con la 'Cena Maridada', una cena especial amenizada donde los asistentes pudieron disfrutar de la gastronomía con productos de la tierra, y donde además se presentó un nuevo producto en honor al yacimiento; el Vino 'Cancho Roano'.
Bartolomé Gil Santacruz
Bartolomé Gil Santacruz es patrocinador de premios y certámenes culturales y ha financiado la edición de publicaciones de varios libros y publicaciones de Cancho Roano.
Bartolomé es natural de Santa Marta de los Barros. Ha sido empresario de la construcción, presidente del Hogar extremeño en Madrid, promotor del periódico Pueblo Extremeño y patrocinó Cuadernos KYLIX.
Se puede mencionar también, como una de las curiosidades o anécdotas de su vida, que hizo realidad la letra de una famosa canción que hacía alusión a Santa Marta y decía «Santa Marta, Santa Marta no tiene tren, pero tiene tranvía« y para que se cumpliera, llevo un vagón de un tranvía de Madrid, a su pueblo, donde permenece.
El homenaje estuvo organizado por la Mancomunidad de Municipios de La Serena y la Asociación Cultural Dýstilo de Zalamea de la Serena.
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