La labor altruista de 'las voluntarias del Cristo'
Este grupo de mujeres ayudan a todos los peregrinos que llegan a la Capilla durante el 14 de septiembre
maría fortuna
Sábado, 6 de octubre 2018, 18:16
Hace casi cuatro décadas un grupo de mujeres, devotas del Cristo, decidieron ofrecer un servicio a los peregrinos que cada septiembre llegaban a Zalamea. Según nos cuenta Carmelines, una de sus impulsoras, se le ocurrió la idea siguiendo el ejemplo de la Virgen de Guadalupe y su templo.
Cuarenta años más tarde, desde las 5 de la mañana, la capilla del Vecino mayor de Zalamea, como es popularmente conocido, se llena de estas cerca de cuarenta mujeres voluntarias, que con sus distintivas camisetas verdes prestan ayuda a todo el que lo necesita.
Entre las labores que realizan se encuentran la de ayudar a subir al altar para besar o pasar delante de la imagen, lavar los pies a los peregrinos que llegan descalzos, servir el chocolate y los churros que ofrece el Ayuntamiento tras la misa de los peregrinos, indicar donde se encuentran los servicios , entre muchas otras. Mujeres movidas por su fé y su devoción que facilitan el desarrollo del día cada 14 de septiembre por el que pasan más de cuatro mil personas.
«Es muy milagroso y por eso recibimos a tantas personas todos los años. Es muy emotivo cuando algunos de los peregrinos te cuentan su promesa o agradecimiento, ese es el momento en el que este trabajo cobra aún más sentido», declaran las voluntarias. Junto a ellas se encuentran un equipo de Protección Civil y un puesto de Cruz Roja por si alguna persona requiriese primeros auxilios, o hubiera alguna caída, que según comentan, «es lo más común».
«Uno de los casos más emocionantes es el de un señor de la localidad vecina de Quintana que se sometió al primer transplante simultáneo de hígado y riñón en España en 1987. Tras salir bien la operación, viene todo los años sin falta a dar gracias».
Eso sí, hay una cosa en la que todas coinciden, la ausencia de personas jóvenes involucradas en esta actividad. «Nosotras cuando empezamos apenas llegábamos a los 30 años y ahora de esas no hay apenas ninguna», concluyen.