El besapiés del Cristo al finalizar la misa

La inauguración de la Real Capilla del Cristo congregó a más de doscientas personas

Las puertas del templo ilipense volvían a abrirse a sus feligreses tras más de siete meses cerradas por las labores de restauración en la azulejería

MARÍA FORTUNA

Viernes, 12 de febrero 2016, 15:54

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El pasado sábado 6 de febrero, las puertas de la Real Capilla del Cristo de la Quinta Angustia de Zalamea se abrieron de nuevo tras más de cinco meses de trabajos de restauración en la azulejería. Unos elementos muy valiosos que datan de los siglos XVI y XVII y tienen mezcla de la Escuela Talaverana y la de Sevilla.

Un trabajo muy anhelado tanto por el ámbito eclesiástico como por el referente al patrimonio cultural e histórico de la localidad.

Los informes realizados sobre el lugar han demostrado que la Real Capilla del Santísimo Cristo de la Quinta Angustia, las trazas de la iglesia y del contiguo hospital datan de 1607 y son obra del gran arquitecto Francisco de Mora. En su interior destacan los paneles de azulejos pintados, que decoran los muros del presbiterio, y de la sacristía que han sido el objeto de la intervención ahora presentada.

Informan desde la Dirección general de Patrimonio, que antes de iniciar la restauración, se realizaron estudios para corroborar la información histórica, lo que permitió fechar toda la obra de azulejería en el siglo XVII. Por otro lado, este estudio confirmó que los dos grandes paneles de azulejos situados hasta ahora en la cabecera del presbiterio y que representan a la Virgen María y San Juan Bautista, fueron creados para ponerse en el lugar actual, a modo de calvario que flanqueara la talla de Cristo. Por ello se han traslado hasta la cabecera de la capilla, lo que ha supuesto la actuación más destacada.

LAS LABORES DE RESTAURACIÓN

Explican los restauradores de la obra que dado que la mayor parte de los daños en el patrimonio cerámico de este edificio se habían producido por la humedad, entre otras tareas, los trabajos de restauración han permitido sanear las zonas afectadas por este problema y recolocar posteriormente los paneles sobre nuevos soportes de montaje. Asimismo, se han planteado las pautas de conservación preventiva, con el objetivo de preservar este importante patrimonio cultural de Extremadura", añaden.

El informe realizado antes y durante la restauración afirma que las obras de la iglesia se dieron por terminadas después de la muerte de Mora en 1611. Sólo se edificó la cabecera y la tercera parte de su única nave. A su vez, las obras de la sacristía afirman que terminaron en 1617.

En su interior destacan los paneles de azulejos pintados que decoran los muros del presbiterio y de la sacristía que han sido el objeto de esta intervención. Previos a su restauración, se han realizado estudios para poder corroborar la información histórica que de ellos se tenía", informan.

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A su vez, estos estudios confirman que los dos paneles de gran tamaño, situados hasta ahora en la cabecera del presbiterio y que representan a la Virgen María y San Juan Bautista, fueron ideados para ponerlos en este lugar a modo de calvario que flanqueara la talla del Cristo. De ahí el traslado de los mismos hasta la cabecera de la capilla.

Estos estudios previos también han permitido fechar toda la obra de azulejería de esta Real Capilla en el siglo XVII, más en concreto, en los últimos años de la centuria, debido a la rica policromía de esta cerámica, con la incorporación de rojos y amarillos, y a las columnas salomónicas, así como a la referencia a Frey Diego de Morales Portocarrero., detalla el informe.

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Respecto a la intervención realizada, el informe de los restauradores expone que la mayor parte de los daños en el patrimonio cerámico de este edificio se han producido directa o indirectamente por la humedad. El inmueble presenta diversos problemas de drenaje y la humedad penetra por los muros, por capilaridad. Los azulejos, pensados para recibir la humedad por la superficie vidriada, la han recibido en este caso por el muro y se ha ido pasando a la pasta, llegando en algunas zonas al vidriado explican.

Comunican además que los trabajos de restauración se han realizado en varias fases. Primero, junto con los estudios ya citados, donde se han ejecutado reportajes fotográficos, croquis y planimetrías. Posteriormente se ha intervenido en la zona del presbiterio, donde ha resultado imprescindible arrancar totalmente algunos de los murales de azulejos, con el objetivo de combatir directamente la humedad informan.

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Así pues, añaden que se han intervenido sobre los muros del presbiterio, saneando las zonas en las que posteriormente se han recolocado los paneles sobre nuevos soportes de montaje, para desligar las piezas del muro y darles una entidad propia. Además, se han llevado a cabo, tanto en el presbiterio, como en la sacristía, labores de consolidación de los azulejos, limpieza o eliminación de elementos ajenos a la obra y de las sales que se han depositado por acumulación.

Finalmente, y como parte de este informe, comentan que se han redactado las pautas de conservación preventiva específicas a la situación y condiciones del conjunto, incluyéndose recomendaciones de temperatura y humedad relativa, así como operaciones de limpieza.

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LA INAUGURACIÓN

Para la inauguración de la capilla, Zalamea recibió con la visita del arzobispo de la archidiócesis de Mérida-Badajoz, Don Celso Morga. En compañía, a su vez, del vicario de la zona, el arcipreste y hasta quince párrocos del arciprestado procedentes de muchas de las parroquias de los pueblos limítrofes.

En el ámbito institucional, el acto contó con la presencia del Director General de de Bibliotecas, Museos y Patrimonio Cultural de la Junta de Extremadura, Francisco Pérez Urbán; el alcalde de la localidad, Miguel Ángel Fuentes; el concejal de Cultural Félix Huertos; y la concejala de Urbanismo, Amalia Gil.

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Por su parte, la Capilla también acogió la llegada de la peregrinación diocesana desde Badajoz, organizada por la Delegación Episcopal de Turismo y Peregrinaciones. Los más de 70 peregrinos llegaron en compañía del Delegado episcopal de peregrinaciones, Mariano Cabanillas.

El acto comenzó en torno a las 10.30h de la mañana, con la recepción en el ayuntamiento por parte de las autoridades al grupo de peregrinos pacenses. Tras una ronda de presentaciones, el grupo realizó un pequeño recorrido turístico por el municipio acompañado de la guía ilipense.

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A las 12.30, tras realizar la visita, los peregrinos llegaron a la Real Capilla del Cristo, donde el párroco de la localidad Don Manuel Moreno les estaba esperando. Mientras tanto, el obispo y los sacerdotes se estaban preparando en la llamada Capilla de las monjas situada a escasos metros de la capilla. Una vez que todos estuvieron listos, salieron para dirigirse al templo. Tras esto, el arzobispo don Celso Morga, entró por la Puerta Santa, declarando abierto el templo jubilar.

Allí esperaban más de dos centenares de ilipenses y vecinos de los pueblos colindantes, que tras haber visto siete meses la capilla cerrada, contemplaban con asombro el aspecto renovado que presentaba la azulejería. Antes de iniciar la restauración, dichos azulejos se encontraban en la sacristía del templo, hasta que se han restaurado y ambos paneles lucen a los lados del Cristo de la Quinta Angustia.

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LAS IMPRESIONES

El Director general de Patrimonio Cultural, Francisco Pérez Urbán, respecto a la inauguración de la capilla, declaró: Esta actuación demuestra el compromiso de la Junta de Extremadura con todo el patrimonio cultural de la región. Hasta hace poco, la cerámica se consideraba un arte menor, pero afortunadamente este planteamiento se ha corregido, ha explicado.

El director general destacó también la importancia del patrimonio cerámico extremeño, muy relevante por la fuerte tradición cultural que la región ha tenido con los talleres sevillanos y talaveranos. Por ello, hemos realizado dos actuaciones muy significativas para conservar este legado: la intervención del retablo cerámico de Santo Domingo en Plasencia, que se musealizará próximamente, y los trabajos en estos grandes paños de Zalamea de la Serena, detalló.

El alcalde de la localidad, Miguel Ángel Fuentes, expresó la gran satisfacción que supone haber logrado terminar con éxito las labores de restauración. "Tras muchos meses de trabajo por parte de los restauradores hoy hemos podido ser testigos del magnífico resultado", apuntó.

Resaltó, además, la importancia que tiene la Capilla en la comarca, debido a las innumerables visitas de peregrinos que, movidos por la devoción al Cristo, recibe la localidad cada año. Por último, indicó que era un triunfo haber rescatado "esta maravilla" , refiriéndose a la azulejería, que aporta aún más valor y riqueza al patrimonio histórico y cultural de Zalamea.

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Tras la eucaristía, el arzobispo, don Celso Morga afirmó en unas declaraciones al diario HOY, que Zalamea es un pueblo que tiene mucha importancia para toda la comarca de La Serena. Sobre todo con este Cristo de la Quinta Angustia, que tiene tanta devoción, no solo en la localidad, si no en toda la zona, y para la Iglesia este hecho tiene mucha relevancia apuntó.

Por otro lado, confesó que la relación entre el patrimonio histórico y la religión, como en este caso, favorece mucho a la imagen de la Iglesia. Es una restauración que ha quedado espléndida. Los paneles que tenemos de azulejos junto al Cristo estaban escondidos en la sacristía, y a mí me parecía cuando los vi ahí que era una obra imposible de realizar. Ahora que los he visto restaurados y en su sitio, esto se ha convertido en una realidad que le debemos a don Manuel, al ayuntamiento, a la Junta de Extremadura y a todo el pueblo de Zalamea.

Respecto al municipio, como centro de peregrinaje de la comarca, confiesa que es un Cristo milagroso que genera mucha devoción. Llama a la oración y a la devoción y, por ello, no me extraña el interés que mueve en toda la comarca. Añade que es la cuarta vez que visita Zalamea en su primer año como obispo residencial siempre es un placer venir a un municipio tan espléndido como este

Por su parte, el Delegado episcopal de Peregrinaciones, Mariano Cabanillas confesó que el Cristo de la Quinta Angustia de Zalamea guarda un interés especial en él. Cuando uno viene a Zalamea siempre se ha considerado que ha sido un Cristo inseparable a sus vecinos. Como ya dijo un párroco de aquí es el vecino mayor de Zalamea. Es muy entrañable, cercano y tan próximo que ha obrado misericordia y muchísimos milagros apostilló.

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Añade a su vez que la intención de su delegación es la de avivar a todos estos pueblos que culturalmente e históricamente tienen mucho que mostrar al turismo. En este caso Zalamea es impresionante, porque hay pocas ciudades tan legendarias e históricas en Extremadura. Por tanto, felicito a don Manuel y a la Junta de Extremadura porque han visto los valores culturales y la riqueza artística tan grande que tiene este pueblo afirmó.

Declaró además que, en el caso de la capilla, fue consciente del consenso que había por la presencia de autoridades institucionales y eclesiásticas. Por encima de cualquier tipo de ideología o creencia, lo que ha primado aquí es el reconocimiento del patrimonio, y eso sea religioso o no, hay que cultivarlo mucho. Yo eso lo he podido observar aquí y por ello me llevo muy buena impresión de lo que se está haciendo por el patrimonio histórico y cultural de Zalamea de la Serena apuntó el delegado.

El resto de fotografías están disponibles en la galería de imágenes titulada; "Reapertura de la Real Capilla del Cristo de la Quinta Angustia de Zalamea"

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