

María Fortuna
Martes, 24 de noviembre 2015, 23:14
Aún se emociona al recordar ciertos momentos vividos tras el objetivo. Valentín Centeno, ilipense de 61 años, revela que la cámara ha sido su vida. Marido, y padre de tres hijos, de los cuales confiesa sentirse muy orgulloso, abre las puertas de su casa a HOY Zalamea.
Más de treinta años con la cámara al hombro le han convertido en la persona con el archivo visual más importante de Zalamea de la Serena. Tengo grabadas cintas de todo tipo, pero he de reconocer que mi pasión empezó grabando al Ilipense. Su trayectoria la define como agitada pero a la vez muy gratificante.
Al comenzar la entrevista, Valentín nos enseña su espacio, así es como él define una habitación en la que guarda colocadas a la perfección más de 700 cintas y donde confiesa, pasa la mayor parte de su tiempo libre. Gracias a cosas como esta se ilusiona uno cada día expresa. También muestra su ordenador en el que edita los videos desde hace más de una década.
Se considera fiel seguidor del Ilipense, el equipo de su pueblo y el cual como él dice tantas alegrías le ha dado. Gracias al futbol he conocido toda Extremadura añade.
Pero rebobinemos un poco más atrás. Antes de comenzar, Valentín hace una cariñosa mención a Pepi, su mujer, la cual nos acompaña y a la que considera su escudero en todo este camino. Sin la compresión y el apoyo de ella jamás hubiera hecho todo esto, por eso le estaré agradecido siempre
TODO EMPEZÓ POR UN FAVOR
Corría el año 1981, y Valentín, muy amigo de sus amigos, previa petición de Emilio Pozo, al que considera que fue un adelantado a su época, le hizo el favor de grabar una boda. Confiesa entre risas, que él no tenía ni idea de coger una cámara y mucho menos de grabar. Pese a que su profesión era la de profesor de autoescuela, el complacer a su amigo en ese momento, marcó sin quererlo el destino de su vida. Precisamente en esa boda, que fue la primera que grabé, al conectar la cámara saltaron todos los plomos y dejamos la iglesia a oscuras, confiesa entre carcajadas.
Tras grabar ya varias bodas, bautizos y comuniones, Valentín asegura que con la práctica le cogió el truco a la cámara. El fin de semana que iba a alguna boda, aprovechaba el domingo y grababa a mi Ilipense, que era lo que me gustaba de verdad, relata.
LOS DOMINGOS DE FÚTBOL
Poco a poco, sin darse cuenta la cámara comenzó a ser su amiga y pronto se convertiría en una parte indispensable de él. Fui aprendiendo a enfocar, a grabar diferentes planos, poner bien el sonido, pero todo gracias a la práctica del día a día.
Autodidacta, esa es la palabra que define a Valentín, sin tener a nadie que le guiara en el mundo audiovisual, hoy en día puede presumir de tener un repertorio muy valioso de imágenes en su casa.
Con el buen humor que le caracteriza, y mezclando pasado con presente, afirma que al principio, le pedía a su padre que le acompañara a algunas grabaciones de los partidos para que subiera la cámara a la pala del tractor y así pudiera tener una panorámica completa del terreno de juego. Yo no tenía recursos, pero no me faltaba la imaginación para lograr unas buenas imágenes del partido, explica.
LA TELEVISIÓN LOCAL
Sobre el año 2000 comenzaba la andadura de TVZ, la televisión local que impulsó nuestro protagonista. Como yo tenía la cámara, y con la ayuda de varios técnicos y de Eugenio el Peque, empezamos a emitir algunos programas en Zalamea. Explica que solo emitían los jueves, tuvimos un programa de cocina que tuvo muchísima audiencia. También emitíamos el partido semanal del Ilipense y las actividades que se llevaban a cabo en el pueblo. Además de las cabalgatas, los carnavales, encuentros de asociaciones, e incluso llegamos a dar informativos explica.
SENTIMIENTOS TRAS EL OBJETIVO
Aun con lágrimas en los ojos recuerda dos de los momentos más difíciles que ha vivido tras el cristal de su cámara. El entierro de Baltasar Pérez ha podido ser el momento más triste que he grabado y vivido detrás de la cámara.
Es cierto que las imágenes hablan por sí solas y Valentín, afectado, aún se emociona al verlas y revivir aquel momento. Fue una gran persona y la despedida tan multitudinaria que tuvo demostró que lo quería todo el pueblo, añade con la voz entrecortada. También habla sobre el entierro de Eusebio Mata, el que fuera concejal de Izquierda Unida, y al cual Valentín también define como una persona muy apreciada en el pueblo.
Pero como él explica, ha habido momentos tristes, alegres, y también algún que otro susto. Cuenta Valentín que en el año 2001, hubo un encuentro de extremeños en la población vasca de Zaraut. Yo por aquel entonces iba con el pueblo a los encuentros para grabar imágenes. Y una mañana estaba grabando tranquilamente con mi cámara las calles de allí y también a la gente en la plaza, porque que había muchos ilipenses . De pronto dos hombres muy corpulentos, vestidos de paisanos, me dieron el alto y me hicieron identificarme con cierta prisa. En ese momento me asusté muchísimo porque la situación en el País Vasco era difícil con el tema de ETA, pero precisamente al pensar eso imaginé que serían guardaespaldas explica. Confiesa a su vez, que pasó miedo los siguientes días cuando paseaba por allí, y añade, por entonces desgraciadamente, todos teníamos metido el susto en el cuerpo con tanto atentado.
Y por supuesto, habla de momentos felices y alegres. Determinadas ocasiones en las que como él afirma agradece ser Mi cámara y yo, palabras con las que él resume su vida. Uno de ellos que refleja fue en el año 2000, cuando la obra más representativa de la localidad El Alcalde de Zalamea, cruzaba las fronteras ilipenses para llegar hasta Gijón. Allí, todos los actores del pueblo que participan en la obra impregnaron de venganza y honor el Teatro Jovellanos. Con motivo de este viaje, Valentín, que ya había grabado las seis ediciones anteriores en el pueblo, acompañó al grupo como el cámara oficial. Me sentía especial grabando por allí y viendo a medio centenar de ilipenses en la ciudad asturiana. La directora del teatro me dio potestad absoluta y pase de prensa para que yo grabara y anduviera por donde quisiera, comenta con emoción. La verdad que fue de esos momentos en los que uno se siente feliz, y se alegra de llevar una cámara a cuestas.
Por otro lado, afirma que el hecho de ir acompañado de la cámara muchas veces le ha hecho ser un afortunado. He visto uno de los amaneceres más bonitos de Zalamea, afirma rotundamente. Se siente un privilegiado por haber podido subir a las torres del Castillode Arribalavilla, y acompañado del arqueólogo que dirige la obra, haber grabado imágenes espectaculares. Recuerdo que aún era de noche cuando llegué allí, me pusieron unos arnés y un casco y comencé a subir por las escaleras. Tengo que reconocer que pasé un poco de vértigo al principio porque aquello es muy estrecho, pero cuando vi aquella maravilla se me pasó todo. Con estas palabras Valentín, resumen su experiencia en los altos del castillo, mientras Zalamea amanecía entre naranjas y rojos sobre los tejados.
EL VALOR DEL RECUERDO
Según su punto de vista la gente valora más todo su trabajo una vez que los años han pasado. Hoy en día la gente me para por la calle para ver si tengo grabados a algunos seres queridos que a lo mejor ya no están entre nosotros y quieren recordarlos en imágenes. Un trabajo totalmente gratuito, el cual solo le ha reportado beneficios personales. A la gente del pueblo le encantaba verse en los carnavales de hace muchos años, o algunas actividades del pueblo de los años 90 que solo yo tengo grabados
Actualmente, debido a la colección audiovisual de archivos que guarda, y que sigue aumentando cada día, el ayuntamiento le ha propuesto digitalizarlo todo y hacer una videoteca local con la que pocos municipios pueden contar. Todo gracias al trabajo de una sola persona que, de forma altruista y siendo autodidacta, ha grabado la historia de toda una vida de Zalamea.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.