Tras 'Los Dulces Reborn de Eliz' está Sonia Delgado Algaba, una joven artista de 36 años, vecina y residente de Zalamea de la Serena, que se dedica al arte de elaborar 'reborns'; muñecos fabricados artesanalmente en vinilo tan realistas que llegan a tener la apariencia de un bebé real. Una afición a la que dedica su tiempo libre y le ayuda a relajarse del estrés del día a día.
-¿Qué son los reborn?
Son muñecos fabricados artesanalmente en vinilo con unas características tan realistas que llega a tener la apariencia de un bebé real. Son obras de arte cuyo origen se remonta en Alemania, durante la Segunda Guerra Mundial, cuando las madres obligadas a pasar muchas horas en los refugios antiaéreos, dedicaban el tiempo perdido en remodelar las muñecas de sus hijas que se estropeaban con los escasos materiales disponibles que tenían.
-¿Cómo surge en usted el interés por los bebés reborn y en qué momento decide crearlos usted misma?
Mi interés por los bebés surge porque desde pequeña me han encantado las muñecas, pero principalmente fue porque mi hija mayor había visto estos bebés y me pidió uno para su cumpleaños, entonces me puse a investigar y dije, ¿y porque no los hago yo misma? Compré los materiales que yo creía necesarios y de forma autodidacta empecé a pintar mi primer bebé.
-¿Cómo es el proceso de creación de los muñecos? ¿Qué tiempo se suele invertir en cada uno?
Partimos de un kit en blanco y tras un largo proceso de pintado, con muchas capas de pintura, horneado y preparado, este llega a su apariencia hiperrealista. En ocasiones el pelo es pintado y en otras es injertado pelo a pelo con una aguja, este pelo es natural aunque no es humano, es mohair, pelo de cabra tratado y que al ser tan suave asemeja al pelo de un bebé recién nacido.
El tiempo que suelo invertir depende, si va con pelo pintado puedo tardar unas 3 semanas y si va con pelo injertado tardo un poco más por el trabajo tan minucioso que hay que hacer, pudiendo tardar en realizar un bebé 4 o 5 semanas.
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-¿Qué es lo más difícil y laborioso a la hora de crear un bebé reborn?
Para mí lo más difícil es el pelo pintado pero lo más laborioso es el pelo injertado ya que se van pinchando los pelos en la cabecita uno a uno.
-No debe ser fácil comenzar a crear estos muñecos, imagino que ha tenido que practicar muchas horas, ¿Cómo ha ido creciendo y avanzando en ese sentido?
No fácil no es, se necesitan unos conocimientos básicos para poder comenzar y muchas horas de práctica y sobre todo de práctica y error. Como he dicho anteriormente yo comencé de forma autodidacta hace casi 5 años e investigando sobre este mundo por internet, después fui conociendo a otras compañeras y hace dos años empecé a hacer cursos con algunas de esas compañeras para mejorar mi técnica y a día de hoy sigo aprendiendo cosas nuevas porque en este arte cada día se aprende algo nuevo.
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-¿Qué precios suelen tener? ¿Qué es lo que determina el valor de cada uno?
Los precios dependen del kit de la escultora, de si es edición limitada o abierta, del tamaño del bebé, de si lleva ojos abiertos o cerrados y del pelo, si es pintado o injertado y los precios pues van desde los 250 € en adelante.
-¿Son aptos para los niños?
Estos bebés son piezas de coleccionista, no son un juguete, aunque si es verdad que los niños son el público que hoy en día más los demanda.
-En algunas ocasiones hay gente que piensa que estos muñecos suplen la necesidad de personas que no pueden tener hijos, han perdido uno o tienen algún trastorno mental, ¿Qué piensa de ello?
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Existe un bulo sobre este tema que en algún momento salió, pero no es así. Yo pienso que se ha querido crear un halo de morbo entorno a este mundo reborn diciendo que las mujeres que los adquieren es porque no han podido tener hijos o han sufrido alguna perdida pero no es cierto. Hay personas mayores que los adquieren simplemente porque les gustan los muñecos y les gusta coleccionarlos, al igual que hay personas que coleccionan sellos, monedas, coches…, y otras que los adquieren porque les gusta coser o tejer y tienen una motivación para hacerlo y después ponerle esas prendas a sus bebés reborn.
-¿Qué es lo más especial de su trabajo?
Para mí lo más especial es cuando entrego mi trabajo ya sea a una niña o a una adulta y veo su cara de felicidad y emoción, eso es lo más gratificante después de tantas horas de trabajo.
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-¿Qué tipo de clientes es el más habitual?
Las niñas son el tipo de cliente más habitual, aunque la creación de estos bebés está destinada sobre todo a fines artísticos y con los años se están usando también con fines terapéuticos para personas que padecen enfermedades como el Alzheimer.
-¿Los bebés hiperrealistas necesitan un cuidado especial?
Si, necesitan un cuidado especial ya que son obras de arte y no se deben tratar con brusquedad ni estirar de sus extremidades, tampoco se pueden mojar o utilizar en ellos productos que puedan dañarlos, no hay que olvidar que es un objeto muy delicado pintado a mano.
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-¿Se dedica exclusivamente a este trabajo?
No, yo no lo tengo como un trabajo, es un hobby al que dedico mi tiempo libre y el cual me ayuda a relajarme del estrés del día a día.
-¿Cuál es la parte que más le gusta de su trabajo?
Disfruto mucho de todo el proceso y de cada pincelada que voy dando, pero la parte que más me gusta es cuando veo el resultado final y cuando lo ve la persona que lo va a recibir y veo su cara de sorpresa, emoción y felicidad eso es lo más bonito después de muchísimas horas de trabajo.
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- ¿Y la más complicada?
La parte más complicada es que la sociedad comprenda que las personas que realizamos estos trabajos no somos personas que tengamos ningún problema psicológico ni ningún trauma, sino que simplemente nos gusta el arte de crear, pintar y de hacer felices a los demás con nuestro trabajo, al igual que las personas que los adquieren tampoco tienen ningún trauma simplemente les gusta el arte, lo valoran y les gusta coleccionar estas piezas.
Tampoco quiero pasar por alto algo que está sucediendo y últimamente cada vez más, es que a cualquier muñeco se le llama reborn, por ejemplo, los que venden en las jugueterías los llaman «reborn» y no lo son, son muñecos de fábrica, son elaborados por máquinas y los hacen en serie de ahí que todos sean iguales. Por el contrario, en el mundo reborn, todas las artistas partimos de una pieza en blanco, pero cada una tenemos nuestra técnica y un reborn pintado a mano, aunque este pintado por la misma artista jamás sale uno igual a otro, de ahí que sean piezas únicas.
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