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Depuradora de aguas de Zalamea de la Serena.FOTO AQUALIA
La depuradora evita que cada día lleguen 70 kilos de basura al arroyo Cagancha y contaminen sus aguas
AQUALIA INFORMA

La depuradora evita que cada día lleguen 70 kilos de basura al arroyo Cagancha y contaminen sus aguas

Aqualia aconseja instalar una papelera en el baño para no tirar toallitas por el inodoro

HOY ZALAMEA

Martes, 18 de mayo 2021, 09:59

La depuradora de aguas residuales de Zalamea de la Serena es la instalación que se encarga de limpiar toda el agua sucia que se va por las cañerías del municipio antes de devolverla en buenas condiciones al arroyo Cagancha, que desemboca en el río Ortigas. Su función, por tanto, es esencial para el medioambiente y la salubridad del entorno de la localidad, pues de su buen funcionamiento depende que todas estas aguas sucias que se generan cada día en Zalamea no acaben vertiéndose directamente al medio natural; hablamos del agua que se va por el desagüe del fregadero, de la ducha, la que se va cuando tiramos de la cisterna del váter, el agua que desaguan la lavadora y el lavavajillas, etc.

La depuradora de Zalamea de la Serena funciona desde el año 2008 y limpia diariamente 875.000 litros de agua residual procedente de los domicilios y empresas locales. De media se extraen de este agua sucia 70 kilos de basura cada día. Si esta instalación no existiera o no funcionase correctamente, todo esto acabaría contaminando el medio ambiente, lo que significa que casi 25 toneladas de residuos irían a parar cada año al entorno natural del municipio, contaminando las aguas del río y afectando negativamente a la flora y fauna.

Toallitas en el inodoro

De estos residuos, lo que más abundan son las toallitas húmedas que tiramos incorrectamente al inodoro. Estas toallitas, que se han popularizado especialmente para los bebés y para utilizar en el baño, no se descomponen en el agua como el papel higiénico, y esto hace que se generen grandes atascos en las tuberías y en los bombeos, afectando al proceso de limpieza. De ahí la importancia que Aqualia, empresa gestora del Servicio Municipal de Agua, otorga al simple gesto de poner una papelera en el baño: «muchas veces usamos el inodoro como un cubo de basura donde tirar colillas, bastoncillos de los oídos, o los pelos después de peinarnos con el cepillo, y no nos damos cuenta de que todo esto forma una especie de maraña en las conducciones de agua hasta que se convierten en auténticos tapones en las tuberías e incluso en la depuradora, donde pueden llegar a atascar las bombas que impulsan el agua sucia para su tratamiento», indica Fernando Callejo, Jefe de Servicio de Aqualia en la Mancomunidad de la Serena. Y es que el proceso de depuración es complejo: las aguas sucias llegan a la depuradora después de recorrer 5 kilómetros de un colector de saneamiento de 600 mm de diámetro. Después de pasar varias fases previas en las que se tamiza el agua sucia para quitarle los residuos más gruesos y se le elimina la grasa y la arena, son unos seres vivos microscópicos, unas bacterias, los que realizan la mayor parte del trabajo de depuración en estas instalaciones hidráulicas.

Los profesionales de Aqualia, especialistas en gestionar este tipo de instalaciones, cuidan que estos 'bichitos' siempre tengan un adecuado nivel de oxígeno y nutrientes para que sigan realizando su función, que no es otra que 'comerse' la suciedad del agua.

De esta forma, se completa el ciclo integral del agua en Zalamea, donde sus 3.545 habitantes pueden presumir de contar con una instalación que contribuye de manera directa a la preservación del ecosistema local.

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