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La corporación al completo tras la entrega de la medalla a la hermana Teresa
Reconocimiento institucional y público a la Compañía de Hermanas de Jesús-María

Reconocimiento institucional y público a la Compañía de Hermanas de Jesús-María

La corporación municipal en su totalidad entregó la primera Medalla de Zalamea a la congregación en forma de agradecimiento

maría fortuna

Viernes, 22 de julio 2016, 10:39

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En la noche de ayer todos los grupos políticos que configuran la corporación municipal de Zalamea se reunieron en el salón de plenos del ayuntamiento para entregar la primera Medalla de Zalamea a la Compañía de Hermanas de Jesús-María. Esta iniciativa fue propuesta por el grupo popular en pleno extraordinario y aprobada de forma unánime. De esta manera, querían reconocer la labor ejercida por esta congregación a la localidad a lo largo de sus treinta y tres años de actividad.

La compañía de Hermanas de Jesús-María llegó a Zalamea en el año 1983 y desde entonces comenzó a realizar una serie de labores voluntarias con distintos sectores de la población. Una de sus obras más recordadas por todos los ilipenses fue la guardería, que inmediatamente después de llegar a la localidad, instauraron en el convento. Cientos de niños, hoy ya hombres y mujeres, pasaron por las manos de estas religiosas, además de haber dado auxilio a enfermos, a ancianos ya familias con escasos recursos. Asimismo, también eran responsables de Cáritas, gestionando las labores de esta ONG en el municipio.

Al comenzar el acto el alcalde de la localidad, Miguel Ángel Fuentes, dedicó unas palabras de agradecimiento a las hermanas, en nombre de todos los miembros de la corporación municipal. Tras su intervención, se proyectó un emotivo vídeo con imágenes de la guardería en 1984 y de algunas misas en el convento. A continuación, se procedió a la entrega de la medalla a Teresa García Dorado, la hermana la recibió emocionada en representación de toda la congregación. "Es un privilegio recibir esta medalla y lo que más nos ha gustado es que la decisión haya sido tomada por unanimidad". Con estas palabras hacía una oda al consenso y a la compresión "en estos tiempos tan difíciles". A su vez, recordó con nostalgia a todas las hermanas que junto a ella llegaron hace 33 años a Zalamea para formar parte del pueblo. Por último, confesó que "es momento de irse porque otros lugares nos llaman y tenemos que estar con los más necesitados, nuestra labor aquí ha terminado". Un intenso y emotivo aplauso concluyó el acto en un salón de plenos abarrotado de personas que se pusieron de pie para decir adiós a una parte de la historia de Zalamea.

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