"Todos los que lucharon sin bajar los brazos merecieron meter el gol de la permanencia"

Desde que tengo memoria recuerdo jugar en la escuela de fútbol del C.D. Ilipense con las categorías inferiores. Por entonces jugaba como un niño más y lo alternaba con el colegio.

¿En qué momento cambia todo?

Con 15 años me llamaron de la Selección de Fútbol Extremeña en la cual jugué varios años. A partir de ahí me fichó el Extremadura, donde participé en la categoría de juveniles y al realizar un buen año, se interesaron por mi varios equipos de primera división para sus canteras, y el Extremadura no me dejó salir, por lo que me subió al primer equipo. El por entonces entrenador Josu Ortuondo al primer equipo. En diciembre decido marcharme al Levante dado su interés por mí y estuve medio año sin llegar a jugar porque el Extremadura no me concedió la carta de libertad por lo que me fue imposible firmar con el Levante U.D. Allí coincidí en el equipo con jugadores como Vicente Iborra o Roque Mesa.

¿Cómo recuerda esa época?

Fue difícil porque era un niño y no pude jugar durante seis meses al no llegar a un acuerdo. Meses después, José Fouto, el presidente del Mérida, me llamó para contar conmigo en la División de Honor Juvenil con contrato para el primer equipo el siguiente año. Aquí despediría a mi etapa juvenil.

¿Cuándo se fue de la región?

La siguiente temporada el Mérida, con su entrenador Fabri González, decide cederme al Díter Zafra ya que en el primer equipo no estaba contando con oportunidades. Para meses después recalar en la RSD Alcalá de Alcalá de Henares, de donde guardo muy buenos recuerdos al ser muy joven y disputar partidos en 2ªB aprendiendo de jugadores muy veteranos del vestuario. Al comienzo de esa nueva etapa el Atlético de Madrid se interesó por mí y llegué a un acuerdo. Pero en esa temporada me lesioné la tibia y el peroné con el Alcalá. Eso supuso un antes y un después porque era muy joven y estaba fuera de casa aunque mis compañeros de equipo me apoyaron mucho. Intenté acelerar la recuperación pero al final de temporada el Atlético de Madrid me comunicó que no iban a contar conmigo.

¿Qué ocurrió entonces?

Entonces el Alcalá me renovó el contrato una temporada más. Siempre me he encontrado muy a gusto en este club, por lo que esta etapa la recuerdo muy buena. Aquí me marcó un entrenador, Josip Vi¨nji porque me ayudó en la recuperación y me dio la oportunidad un año más.

Al siguiente año comienzo jugando partidos pero un cambio de entrenador provoca que esté menos minutos en el terreno de juego, por lo que me voy cedido al Rayo Vallecano B por el interés mostrado por el director deportivo Felipe Miñambre y el entrenador Sandoval.

¿Cuál fue tu siguiente etapa?

Me fui cedido al Rayo Vallecano B con opción de renovación, y me ofrecieron la posibilidad de estar en el primer equipo cuyo entrenador era Pepe Mel del que no guardo buen recuerdo. En el B compartí vestuario con futbolistas como Lucas Pérez que ahora juega en el Ársenal, Jorge Casado o Baptistao. Alternaba los entrenamientos con el primer equipo, pero el momento de subir finalmente no llegó. Conseguimos ascender a 2ªB ante el Hospitalet, pero fue en el que maduré mucho debido a los impagos por la quiebra de la empresa Nueva Rumasa. Pese a estos pequeños contratiempos, fue una experiencia única el haber estado ahí hasta finalizar el año.

De ese equipo me fui con la sensación de que mi posibilidad de haber llegado a la élite se había fulminado, pero al menos había tenido la oportunidad de llegar, aunque si no lo logré fue porque no reuní los requisitos necesarios. Ese verano me llamaron para renovar dos años más pero sin pagar mi cláusula debido a precaria situación económica del club. Este hecho me impulsó a venirme cerca de casa.

¿Volvió a Extremadura?

Sí, en la temporada 2013-2014 firmé con el Don Benito. En el segundo año jugamos la fase de ascenso a 2ªB ante el Estepona, pero no logramos subir. La siguiente temporada volví al Diter Zafra 7 años después. Ésta fue una etapa especial porque conocí a gente maravillosa y formamos un buen grupo. Todos nosotros marcharíamos la siguiente temporada al Jerez, porque nuestro entrenador firmó allí. En ese equipo pasé el mejor año de mi vida futbolística con jugadores experimentados que después se convirtieron en amigos como Jorge Zafra, Alex, Barrero, Emilio Pinto y Ramiro entre otros. Logramos conseguir la tercera plaza en un grupo difícil ante rivales complicados como el Villanovense, el Badajoz, o el Mérida.

¿Pero volvió al Don Benito?

Tras estar jugando en Jerez volví a las filas del Don Benito de la mano de Patricio Moreno, al cual le guardo un especial cariño. Pero en febrero de 2015 me detectaron una cardiopatía que me obligó, pese a mi empeño por seguir, a dejar el fútbol a ese nivel.

¿Cómo fue la vuelta a casa?

Me costó adaptarme a mi nueva vida, pero con la ayuda de mi familia y mis amigos lo fui sobrellevando. Ahí comencé a trabajar como monitor deportivo en el polideportivo municipal, lo que me distrajo mucho y me mantuvo entretenido. También me matriculé en psicología y es una reto que tengo pendiente de retomar en un futuro.

¿Por qué decidió volver a la filas del C.D Ilipense?

Al volver tenía claro que el fútbol había terminado, pero entonces José Luis Núñez, el entrenador del equipo, me pidió que le ayudara con los entrenamientos, y de vez en cuando me iba con ellos al campo. Al irme vinculando poco a poco con el equipo, al final acabé jugando por la insistencia de mis compañeros y del entrenador. Este hecho me permitió no dejar el fútbol del todo, y volverme a ilusionar con él, al practicarlo de una manera más pausada en Regional Preferente.

¿Cómo han sido estas dos temporadas aquí?

La primera de ellas fue muy bonita, las cosas iban bien y logramos meternos en los play offs de ascenso a Tercera División por primera vez en la historia del club. Nos quedó muy buena sensación de trabajo bien hecho. Por el contrario, la temporada que acaba de finalizar ha sido muy difícil, habían cambiado muchas cosas dentro y fuera del equipo, y nos costó adaptarnos a todos. Se fueron muchos jugadores, llegaron otros nuevos y hubo cambio de directiva. Una serie de factores que provocaron que la dinámica del equipo variara en el terreno de juego con respecto a la temporada anterior.

¿Con qué parte positiva te quedas de esta etapa?

Los compañeros del equipo me acogieron como uno más y me ayudaron en mi adaptación desde el principio. De igual manera que en la pasada temporada todo fue bien, en esta en la que las cosas han sido más difíciles, no podíamos abandonar y precisamente eso es lo que más valoro de jugadores como Cristian, Javi, Álex y Manuel Centeno, entre otros. No han tirado la toalla en ningún momento, y por ver su entusiasmo y empeño porque continuara el fútbol en Zalamea ha merecido la pena estar con ellos.

¿Qué puedes decirde este último partido?

Ha sido un golpe de suerte que necesitábamos, la afición se lo merecía y los jugadores que siempre han estado luchando por que este barco se mantuviera a flote también. En la ida el C.P Amanecer logró adelantarnos con un gol, por lo tanto venían más fuertes al partido de vuelta. El partido de vuelta fue muy importante al estar prácticamente descendidos y en 15 minutos meter tres goles con un jugador menos, algo inimaginable. El último gol aunque lo marqué yo de cabeza, fue obra de todo el equipo, todos los que estuvieron jugando hasta el último momento sin bajar los brazos se merecían marcarlo tanto como yo. Aquí he experimentado otra manera de vivir el fútbol, mucho más cercana, con amigos y con un apoyo más directo de la afición.

¿Se plantea seguir el año que viene?

De momento no he pensado seguir. Estoy centrado en otros aspectos de mi vida y no tengo muy claro que haré la temporada que viene. De cara al futuro una de mis ilusiones es entrenar a niños, porque que es en las edades tempranas cuando más pueden desarrollar sus capacidades y habilidades en este deporte.

¿Qué le dirías a un niño que está empezando en el mundo del fútbol?

En primer lugar que se formen como persona, que disfruten del deporte y que aprendan de todos los entrenadores que tengan. A los padres les diría que dejen a sus hijos vivir esta etapa tranquila sin presión de ningún tipo. No va a ser un camino fácil, porque se pasan momentos complicados, pero quizás eso hace que se madure antes y que vean la vida de otra manera.

Si volviera a empezar me lo pensaría dos veces porque al principio no sabes la realidad del fútbol. Aun así me quedo con todos los amigos que me ha dado este deporte, con los entrenadores, los compañeros, las sensaciones y las experiencias que siempre guardaré en mi memoria.