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José Luis Núñez en el Eusebio Mata
"Del fútbol recibo más de lo que puedo dar"

"Del fútbol recibo más de lo que puedo dar"

José Luis Núñez, entrenador del CD Ilipense, nos abre las puertas del Eusebio Mata para compartir sus impresiones y sentimientos acerca del brillante momento que atraviesa el conjunto amarillo tras meterse en los playoffs.

maría fortuna

Lunes, 23 de mayo 2016, 21:14

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Comenzó en las filas del Ilipense a los 13 años, con 32 dejó el balón para coger la pizarra. Confiesa que trabaja con la personalidad y los sentimientos de sus jugadores con el fin de sacar lo mejor de cada uno y así obtener como resultado una gran unión en el vestuario. Ligado al fútbol toda su vida ha logrado que, por primera vez en su historia, el conjunto amarillo juegue la fase de ascenso a Tercera División Nacional. Hablamos de José Luis Núñez Martínez, entrenador del C.D. Ilipense-Zalamea Surocer, el hombre que ha conseguido llevar el fútbol de Zalamea hasta lo más alto.

A mí lo que me llena es entrenar aquí, en mi pueblo, disfrutar con las victorias y sufrir con las derrotas, porque lo que me realmente me satisface es el sentimiento de mi gente cuando va al fútbol, declara. Pasó por las categorías de infantil, cadete, juvenil y sénior; y con 24 años se marchó cuatro temporadas al C.D. Castuera para jugar en Tercera División. Cuenta que tras ese período volvió a Zalamea y continuó jugando hasta los 32 años. Por entonces dejó el balón para coger la pizarra y asumir este gran reto. Desde los 13 años hasta los 47 que tengo ahora, sólo he tenido un parón de una temporada en el fútbol declara.

En 2003-2004 el equipo sénior dejó de competir por un conjunto de circunstancias que impidieron que siguieran en activo. Por tanto, desde el año 2005 al 2012, Zalamea jugó solo en las categorías inferiores, donde José Luis ya consiguió, junto a años anteriores, los primeros cinco ascensos de los seis que lleva a sus espaldas.

Tras esa larga temporada de parón del primer equipo, en el año 2012, un grupo de chicos jóvenes formaron la actual directiva y decidieron proponer a José Luis como entrenador. Confiesa que al principio le dio cierto respeto trabajar con gente mayor porque la dinámica iba a cambiar respecto a las categorías inferiores. Me lo pensé mucho antes de dar el visto bueno. Pero conté desde el principio con el beneplácito de mi mujer y mis hijos que fueron los que me dieron el empujón definitivo para tomar la decisión. ¿Por qué no?, me preguntaban. Yo nunca había entrenado a un equipo sénior y pensaba que me iba a quedar grande porque entraña muchísima más dificultad. Pero, tras la petición de la Directiva, así como un número importante de los jugadores (los cuales habían jugado anteriormente en categorías inferiores conmigo) y el apoyo de mi familia, decidí formar el equipo para jugar en Primera Regional, relata.

Por entonces quedaba la difícil tarea de seleccionar a los jugadores, nunca olvidaré aquella pretemporada del 2012 por la cual pasaron por el campo de fútbol la friolera de 65 jugadores, prosigue. Cuando comenzamos en la temporada 2012-2013, pese a la enorme ilusión que teníamos todos, yo creía que era una misión imposible. Explica que aunque había jugadores, éstos llevaban muchos años si competir al haber estado todo paralizado. Empezamos de cero, el equipo había que hacerlo y planificarlo, era todo nuevo porque no teníamos ninguna base asevera.

Desde que cogiera al equipo, los éxitos se han sucedido uno detrás de otro, devolviendo a Zalamea la ilusión y el sentimiento ilipense tras ocho años sin tener equipo en categoría sénior. En la primera temporada quedamos quintos en Primera Regional, quedándonos a un puesto de la fase de ascenso; el segundo año fuimos campeones y subimos a Regional Preferente con record de goles y puntos; y el año pasado, ya en esta categoría, nos quedamos a un solo gol de poder disputar la fase de ascenso. Todo un logro conseguido a consecuencia de un buen trabajo en equipo, explica, puesto que las personas que forman la plantilla actual son jugadores que han estado muchos años sin entrar en competición y sin continuidad en las filas del club, venían sin rodaje pero con mucha fuerza e ilusión, quizás esa haya sido una de las claves del éxito, confiesa.

El secreto de este equipo radica en el vestuario

Después de todo, declara que los resultados de la liga fueron muy positivos. Fuimos ascendiendo año tras año hasta llegar a finalizar la temporada pasada con 18 partidos consecutivos invictos para quedarnos con la miel en labios en el último instante. Jamás olvidaré la imagen de aquel vestuario hundido y abatido, consciente de haber hecho lo más difícil y haber tropezado en momento del pitido final. Los resultados iban mejorando temporada tras temporada, por lo que el pronóstico del equipo era cada vez más positivo. El miedo que tenía era el manejo del vestuario, no es lo mismo trabajar con niños que con adultos (algunos de ellos, padres de familia). Mi reto, más que deportivo, era personal. Se trataba de saber gestionar la relación con ellos y el manejo de la personalidad de cada uno. El tú a tú con los jugadores es la dificultad más grande que se presenta en estas categorías. Desde un principio, sentí que lo había conseguido; pudiendo asegurar que el secreto de este equipo radica en el vestuario, sentencia.

Mis charlas se basan mayormente en la relación que yo tengo con ellos. En los momentos previos a los partidos no se trata de hablar sólo de táctica o estrategia; una buena parte de ella la centro en tirar de psicología. Intento ahondar en lo más profundo de cada uno, hasta el punto, en algunas ocasiones, de conseguir emocionarlos; porque para mí, el fútbol, no es más que un sentimiento. Confiesa que su satisfacción como entrenador es la confianza que los jugadores han depositado en él. La relación se ha ido fortaleciendo con cada uno de ellos estos años, llegando a formar una gran familia. Jamás les di un trato distinto del que le pudiera dar a mis hijos. La buena relación que hay entre nosotros queda reflejada a la hora de salir al terreno de juego.

Temporada 2015-2016

Pero sin duda, lo que le ha hecho protagonista en esos últimos meses ha sido llevar al C.D. Ilipense a jugar la fase de ascenso a Tercera División Nacional por primera vez en la historia del club. A pesar de los triunfos conseguidos, expresa que el camino no ha sido fácil. El principal inconveniente este año ha sido las numerosas ausencias de jugadores a los entrenamientos. Explica que la mayoría de jugadores, o están estudiando fuera, o trabajan. Este hecho ha provocado que muchos martes y jueves, hasta hace apenas dos meses, sólo entrenaran tres o cuatro chavales. Los viernes previos a los partidos nunca he logrado juntar a todo el equipo. Dichas ausencias estaban más que justificadas, todas ellas por circunstancias laborales y de estudios.

Pero comenta que tras los últimos resultados están haciendo un esfuerzo entre todos los jugadores y eso ha sido lo que les ha permitido llegar hasta el punto en que nos encontramos. Tengo claro que si el equipo hubiera trabajado antes como lo está haciendo ahora, podríamos estar hablando de la posibilidad de haber quedado campeones en lugar de terceros. Hemos llegado muy fuertes a la fase de ascenso sumando 16 puntos de los 18 últimos posibles, ganando en campos dificilísimos como Villafranca, Quintana y Castuera. Al principio de la temporadacostó arrancar, teníamos buen equipo pero no conseguíamos conjuntarlo en los entrenamientos. Por otro lado, sabíamos que podíamos porque la base estaba hecha y nos habíamos quedado a un solo gol en la temporada anterior, y eran los mismos futbolistas con algún refuerzo de la casa.

La carrera hacia el objetivo

Declara que desde un principio la ilusión de la gente era jugar la fase de ascenso, pero con los problemas de en los entrenamientos hace dos meses era impensable. Pensábamos en hacer la mejor clasificación posible y poco más. Lo mejor de este equipo es que, cuando juega bajo presión, se supera. Afirma que han solventado partidos duros contra el Quintana y el Castuera donde se jugaban mucho; y sin embargo, no lograron marcar ante el Berlanga. Ese día no conseguimos hacer un gol por los nervios dado lo que había en juego. Los chavales son de carne y hueso, y al igual que ocurre en Primera División, nos pasa a nosotros. Después del partido no tuve nada que reprocharles porque fueron las piernas las que nos temblaron a todos. Son cosas que pasan habitualmente en fútbol. Continúa, es cierto que, durante la temporada, los partidos fáciles no los afrontamos de la misma manera que los complicados, nos relajamos más y para mí, en este bonito deporte, la cabeza debe ir coordinada con las piernas.

Añade, que a raíz de la victoria frente a la S.P. Villafranca, ante la cual consiguieron ganar con autoridad, empezaron a creer que esto era posible. En Quintana nos lo jugábamos todo porque, de haber perdido, se hubieran puesto a cuatro puntos y la S.P. Ribereña a cinco, y ambos se hubieran despegado. Ahí dimos un fuerte golpe sobre la mesa. En Castuera el empate nos servía relativamente, porque en ese caso, si la S.P. Ribereña ganaba nos quedábamos fuera, por ello en ese partido no sólo dependíamos de nuestro resultado. En Castuera salimos desde un principio a por la victoria y la conseguimos con mucha autoridad", sentencia.

Detalla que esta temporada han ganado los seis derbis, es decir, la ida y la vuelta en Campanario, Quintana y Castuera, sumando un total de 18 puntos, además del trofeo de Mancomunidad por tercer año consecutivo. Creo que tenemos opciones de ascender a Tercera División Nacional porque hemos llegado en condiciones muy óptimas al final de liga. Pero lo que vaya a suceder de aquí en adelante, no lo sé. De momento hemos pasado la primera eliminatoria ante un equipo hecho para ascender, el C.F. Trujillo. Ha sido una eliminatoria durísima en la que ellos han utilizado todo tipo de artimañas. Cuando llegamos a su campo nos encontramos con un césped de 10 centímetros de altura y durante el descanso se encargaron de regar solamente el medio campo hacia donde atacaban ellos, nunca había visto nada parecido. Declara que del equipo se puede esperar cualquier cosa, tal y como han llegado a la fase de ascenso. Nosotros el premio ya lo tenemos, nuestro objetivo era disputar por primera vez en la historia una fase de ascenso a división nacional y a partir de aquí todo lo que venga, bienvenido sea, apostilla.

Reconoce que los equipos que juegan esta fase son más fuertes, pues muchos de ellos vienen ya de haber jugado en Tercera y suelen gozar de cierta experiencia en este tipo de encuentros. Queremos competir y disputar la fase de ascenso a un nivel aceptable, sin recibir goleadas, como ocurriera el año pasado con los equipos de nuestro grupo que la jugaron. Además, afirma que está muy contento de que este año la fase de ascenso la jueguen tres equipos de La Serena (Castuera, Quintana y Zalamea). A pesar de la rivalidad que tenemos somos pueblos vecinos y me alegro mucho por ambos clubes, además de obtener así una buena representación del fútbol de nuestra comarca.

Una afición inmejorable

Un factor muy importante para lograr este éxito ha sido la afición. Durante todos los partidos de esta temporada han logrado colorear de amarillo las gradas visitantes en cada encuentro. Un apoyo fundamental para los jugadores que se veían arropados cada domingo. La afición de Zalamea es de 10. Nos ha apoyado en todo momento, ha habido un número muy elevado de aficionados que nos ha acompañado desde que empezamos el primer año, y ahora en estos momentos más. Declara que al aficionado tienes que llevarlo tú al campo de fútbol, si el equipo gusta, la gente va al fútbol de lo contrario, no van. Siempre cuestioné que los aficionados prefirieran ver al Barcelona y al Madrid antes que al equipo de su pueblo. En ese sentido, todo ha cambiado. Me consta saber que hay aficionados que han renunciado a una entrada de la final de la Copa del Rey por desplazarse el domingo a ver a nuestros jugadores a Trujillo, opción digna de valorar porque ese hecho antes nunca había sucedido, asevera.

El día que ganamos en Castuera, las lágrimas de alegría y las caras de satisfacción que vi en los aficionados no estaban pagadas con nada, eso es lo que realmente te llena. El fútbol me tiene agotado porque le dedico muchísimo tiempo (no sólo material). Demasiadas horas pensando en los partidos para obtener así la mejor recompensa posible: ver a la gente de tu pueblo volcada, orgullosa y plena de felicidad.

En un futuro próximo...

Respecto a su futuro como entrenador, comenta que su intención es dejar el equipo este año, puesto que es una decisión que había tomado desde hace tiempo. En un principio su proyecto era estar sólo dos años, pero debido a los inesperados y continuos triunfos con el equipo, tanto jugadores como afición pedían su permanencia en el club. El año pasado intenté dejar el equipo, llegando a presentarse en mi propia casa un grupo de jugadores pidiéndome que continuara. Argumentaban que este reto lo habíamos empezado juntos y juntos lo teníamos que acabar. El esfuerzo que ellos hacen, exponiendo sus trabajos y sus carreras a cambio de nada, fue la principal razón por la que me animé a continuar". Asimismo, pretende dejar este año el club porque confiesa que le absorbe mucha energía y tiempo de su familia, aunque, cuando anuncio en casa que no voy a continuar, mi mujer y mis hijos discrepan con mi decisión.

El triunfo

Esta ha sido la mejor clasificación del Ilipense en toda su historia. En caso de subir a Tercera se tendrían que tener en cuenta numerosos factores para saber si podríamos permanecer en dicha categoría, apunta. Según palabras del entrenador, el objetivo que tenían ya lo han cumplido al jugar la fase de ascenso y a partir de ahí todo lo que venga es un extra inesperado porque afirma que no se cuenta ahora mismo con potencial suficiente para afrontar una Tercera División. En caso de ascender, tendrían que replantearse la situación la Directiva, Ayuntamiento y demás empresas colaboradoras, explica.

Con relación a este tema, el míster quiere agradecer su colaboración al Ayuntamiento, al resto de empresas, y de manera especial a Surocer, por llevar gran parte del sustento económico del club y su patrocinio. Asimismo, agradece al grupo de jóvenes directivos, al presidente Manuel Escolar, trabajador e incansable, y a su padre. Además, menciona a Israel Centeno que, aparte de jugar, en los entrenamientos colabora planificando la preparación física y entrenando a los porteros . Sin él todo esto no hubiera sido posible, viene de jugar en Segunda y Tercera División y nos ha aportado experiencia al equipo dentro y fuera del campo. Por último, menciona a su amigo inseparable Valentín Centeno, con el que confiesa haber compartido los mejores momentos desde que comenzara su andadura en el fútbol varias décadas atrás. Ha sido mi mano derecha en esta andadura, me aconsejó que no entrenara a los mayores porque podría ser un camino complicado; y ahora, cuando recordamos aquella conversación, nos reímos y disfrutamos con todo lo conseguido. Además cntamos con un cámara permanente que ha grabado los partidos desde hace más de treinta años sin pedir nada a cambio y volcado en el equipo.

En este punto y con un nudo en la garganta hace mención al fallecido y muy querido en Zalamea, Baltasar Pérez. Llevo a Balta conmigo en todo lo momento desde que comencé a entrenar. Después de ganar en Castuera y conseguir el objetivo, las lágrimas de la mayoría los allí presentes, hacían referencia a su recuerdo. Ahora mismo yo me veo reflejado en su persona, la relación que yo tenía con él es la misma que tienen mis jugadores conmigo. Confiesa que le ha servido de referente, que muchas de las bromas, de los ánimos o las estrategias que usa con sus jugadores son herencia de la educación deportiva que había recibido de Balta. Él lo fue todo, cuando no había presidente se presentaba como tal, era el hilo conductor del fútbol en Zalamea, el motor de arranque. Sigue siendo una figura esencial en el Ilipense aunque ya no esté entre nosotros. Todo el mundo se emociona y se acuerda de él, se fue siendo joven y de una manera trágica y ninguno de nosotros lo ha olvidado. Baltasar era el buque insignia del fútbol en Zalamea. A la hora de coger el equipo pensé mucho en su persona porque todos los que lo conocíamos sabíamos que lo que más le ilusionaba era este club, confiesa emocionado.

Con estas emotivas palabras al recordado Baltasar Pérez finaliza la entrevista. El buen sabor de boca por el triunfo conseguido, la ilusión por medirse en esta fase de ascenso y una afición sobresaliente es lo que mantiene más vivo que nunca a este equipo y a su entrenador, que han conseguido lo impensable y han marcado a fuego esta temporada en la historia del Club Deportivo Ilipense-Zalamea.

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